La Investigación

Nuestra Investigación se sustenta primordialmente en la consideración del acceso al libro y de la lectura como un derecho humano de segunda generación.

Ambos elementos se plantean como prácticas que fomentan la autonomía de las personas, el desarrollo de sus capacidades para actuar como ciudadanos que se autogobiernan, relevando en este marco la importancia de la libertad de expresión, así como también se valora el derecho a la cultura y al patrimonio cultural como herencia histórica.

De esta manera, el libro  y la  lectura se entienden como indispensables para avanzar en el desarrollo  del conocimiento y se releva la convicción que todos los hombres y mujeres tienen el derecho de poder leer de acuerdo a sus elecciones, gustos y necesidades. Leer nos hace más libres y la libertad  de expresión es fundamental para el debate, el pensamiento crítico y la construcción de una sociedad que debiese avanzar hacia procesos de profundización de la democracia y de aumento de la participación ciudadana.

La destrucción, prohibición y censura de libros fue un fenómeno que se evidenció desde los primeros momentos tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile. Se sostiene que dicho fenómeno no obedeció a circunstancias puntuales, ni a excesos de personas ignorantes –como muchas veces se ha señalado-,  ni a coyunturas específicas, ni casuales, ni representaron casos  aislados  o  hechos  irracionales  y  arbitrarios,  sino  que  era  parte  de    una  estrategia sistematizada y planificada, con objetivos definidos, claramente enunciados, centralizada y llevada a la practica en  diversas áreas y de distintas maneras a lo largo de varios años. 

Esta estrategia formó parte de una más general que incluía destruir y borrar tanto los cuerpos de personas identificadas con el gobierno de la Unidad Popular u organizaciones sociales, así como también la memoria colectiva de un amplio segmento de la población a través de la destrucción -física y simbólica- de bienes y productos culturales, lo que contemplaba símbolos, discursos, imágenes, tradiciones y, por supuesto, libros.

Lo anterior fue una de las formas de generar un shock a gran escala, un trauma que facilitara –en una lógica de restauración- la refundación del Estado chileno desde una tabula rasa, en directa relación con una política cultural específica que permitiera la  instauración de  un nuevo orden  social, cultural y político, basado en la doctrina de seguridad nacional, que permitiera imponer -sin oposición posible- el modelo económico-social del neoliberalismo.

Esta dinámica de destrucción de los libros era fundamental en tres sentidos; a) destruir el objeto y sus contenidos de manera concreta para evitar su difusión, b) publicitar masivamente estos “autos de fe” como una manera de amedrentamiento que indujera a la autocensura y a la destrucción de los libros por parte de sus propietarios como medida de seguridad y c) eliminar cualquier intento de crítica u oposición  al sistema que se imponía a partir de ese momento. Todo ello fue funcional y necesario para el cumplimiento integral del terrorismo de Estado como estrategia de control y disciplinamiento de la sociedad, en donde este se arrogó ser depositario de un “sentido común” hegemónico, el que debía dirigir y orientar la totalidad de las acciones de la sociedad, negando cualquier posibilidad de oposición o pensamiento alternativo a este, anunciando -mediante la violencia simbólica y física- los objetivos trascendentales del nuevo régimen. 

La destrucción, prohibición y/o censura de libros (como objeto, bien y practica cultural) fue un fenómeno que abarcó la totalidad de la cadena del libro, incluyendo en ella a editoriales, libreros, escritores, bibliotecas públicas-privadas y lectores, así como también todo su ciclo (producción, distribución, circulación, consumo y lectura), adquiriendo distintas características dependiendo del momento en que esta se dio. Esto modificó la representación social del libro y  de la lectura en la población desde aquella que -de manera relativa- fue promovida desde el Estado y que se entendía como necesaria para ampliar procesos de democratización, integración social y participación ciudadana en el país (la que era valorada  positivamente  por  la  mayoría de la sociedad),  hacia  otra  representación  vinculada  a  concepciones autoritarias,  elitistas  y  totalizantes,  en  que  el  libro  y  la  lectura  se  consideraban  actividades sospechosas, peligrosas y  –en  el mejor de los  casos- asimiladas  al  mero consumo o entretenimiento, lo que a su vez influyó en modificaciones de prácticas-hábitos de lectura y en la ausencia de políticas estatales de apoyo o fomento lector en dicha época, cuyas consecuencias pueden ser visibles hasta la actualidad.

PREGUNTA GUIA DE LA INVESTIGACIÓN:

¿Cómo influyó el proceso de destrucción y censura de libros en Chile durante el periodo 1973- 1989 en la representación social del libro y las políticas púbicas de fomento lector y escritor desde 1973 hasta la actualidad?

HIPOTESIS PRINCIPAL DE LA INVESTIGACIÓN:

La destrucción, prohibición y censura de libros en Chile durante el periodo 1973-1989 obedeció a una  política planificada, sistemática y centralizada, con  objetivos  bien  definidos,  claramente enunciados, y llevada a la práctica por varios años. Esta tenía la intención de borrar la memoria histórica de importantes sectores del país. Dicho proceso ocasionó un cambio en la representación social del libro y en políticas públicas de fomento lector cuyas consecuencias se manifiestan hasta la actualidad.

OBJETIVO GENERAL:

Explorar de qué manera el proceso de destrucción y censura de libros durante el periodo 1973- 1989 influyó en la representación social del libro en nuestro país y como este fenómeno se ha vinculado a las políticas públicas de fomento lector y escritor desde 1973 hasta la actualidad, en un marco de recuperación y reconstrucción de la memoria histórica y social del libro en el país.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 

1.- Recuperar y analizar criticamente relatos, documentación oficial e informes de prensa que den cuenta y permitan visualizar en detalle el proceso de destrucción, prohibición y censura de libros que se llevó a cabo en Chile a partir del golpe de Estado de 1973.

2.- Identificar mecanismos y dispositivos institucionales de destrucción, prohibición y censura de libros  y  la  manera  en  que  estos  influyeron  en  la  cadena  del  libro  (autores,  editoriales, distribuidores, bibliotecas y lectores), así como también en todo su ciclo (producción, distribución, circulación, consumo y lectura) durante el periodo 1973-1989.

3.- Poner en valor libros y/o ediciones que fueron destruidos o prohibidos durante la dictadura a través de un ejercicio de recuperación y visibilización  de estas obras en sus ediciones originales, para así contribuir a su preservación, estudio y difusión.

4.- Elaborar un catálogo  con aquellos  títulos y autores prohibidos a partir del golpe de Estado de 1973 hasta 1989 en Chile.

DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN:

TIPO DE ESTUDIO: 

El objetivo central de esta investigación es realizar un ejercicio exploratorio  respecto al proceso de destrucción y censura de obras durante el periodo de 1973- 1989 y como estos acontecimientos marcaron la trayectoria y la representación social del libro en el país. Para ello, nuestra aproximación  al objeto de investigación asume pretensiones latentes de caracteres  comprensivos  e  interpretativos,  pues la reconfiguración de una memoria histórica descansa sobre formas de análisis documental y  relatos-testimonios de actores claves, pues estas técnicas asumen vital relevancia en la generación de una narrativa común sobre la trayectoria del libro en el país. Nuestra estrategia de aproximación metodológica se centró en la tradición cualitativa,  debido a que dicha tradición metodológica permite contar con un diseño de carácter más flexible y reflexivo al momento de realizar nuestro trabajo de campo. Dentro de las ventajas que asume el decantarse por el método cualitativo, es que este último posibilita aproximarnos de forma más precisa a los procesos que involucran la construcción de las representaciones y la memoria del libro, y el sentido asociado a éste, a través de los relatos de las propias personas y la revisión análisis de fuentes documentales.

TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE DATOS:

Los métodos y técnicas de recolección tienen sus ventajas y limitaciones, por lo que el cruce de distintas herramientas en un mismo proyecto de investigación más que ser un ejercicio ecléctico se entiende como la forma en se proporciona el máximo de garantías en lo que dice relación a la consecución de los objetivos.

Es por esto que, en aras de la confiabilidad interna de la investigación, se privilegió la triangulación de técnicas de recolección con el propósito de generar un cuerpo de conocimiento más sólido y consistente, que actuase en beneficio de los resultados finales de la investigación. Para ello  se emplearon dos técnicas dentro de la batería que provee la tradición cualitativa:

-La entrevista semiestructurada. 

-La investigación documental.

TIPO DE ANÁLISIS DE DATOS: ANÁLISIS DE CONTENIDO O DISCURSO:

Este método propone un procedimiento de trabajo para el análisis de textos y de representaciones pero, al mismo tiempo, construye un objeto que da cuenta de la estructura que organiza los sentidos del texto.

Como todo método semántico su objeto es la comprensión de los principios organizadores que dan sentido al discurso que el sujeto efectivamente expresa. En este sentido este método le otorga una especial atención al habla de los sujetos y los contextos sociales que soportan esa enunciación y que desde el punto de vista del análisis estructural implica una puesta en práctica de una estructura implícita que desborda la propia enunciación (Martinic, 2006). El análisis de contenido se basa en la lectura (textual o visual) como instrumento de recogida de información, dispositivo que a diferencia de la lectura común se ciñe al método científico. Esto quiere decir que el modo de observación y lectura está orientado por el ejercicio sistemático y objetivo que propone el método científico y las pretensiones de validez que este asume (Abela, 2003).

En términos generales, el método nos otorga la posibilidad de explorar, describir y construir los principios que organizan modelos y patrones, que tienen como referencia las representaciones a través de las cuales el actor define su medio, construye su  memoria, despliega y da sentido a sus acciones.

UNIDAD DE ANÁLISIS O MUESTREO:  

En consideración al cruce de técnicas que guía la estrategia metodología de este proyecto, la batería de datos a indagar era bastante amplia, por lo que para el análisis de fuentes documentales se privilegió la recopilación de documentos de institucionales provenientes de la Secretaria General de Gobierno (SEGEGOB), Departamento Cultural de la Secretaría General de Gobierno, Dirección Nacional de Comunicaciones (DINACOS), Dirección de Organizaciones Sociales (DOS),  Ministerio del Interior, Dirección Nacional de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) entre el periodo 1973-1989.  Además se tomaron en consideración los archivos de los repositorios de la Comisión Chilena de Derechos Humanos y del Centro de Documentación y Archivo documental del Museo de la memoria, Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, Archivo Nacional y Biblioteca del Congreso.

Adicionalmente y según la riqueza de datos de las fuentes documentales ya mencionadas, se efectuó la recuperación y análisis de documentos periodísticos del periodo antes mencionado y tambien análisis sobre plataformas y repositorios digitales existentes.

Respecto a los criterios evaluativos que orientaron la selección de la muestra esta se elaboró sobre el marco de un muestreo deliberado o intencional, pues los criterios evaluativos que asume dicho muestreo se basan en la calidad del dato que pudiese entregar cada entrevistado. Esto quiere decir que la selección de los sujetos a entrevistar  respondió a la posibilidad de encontrar narraciones de gran riqueza y profundidad, que permitieran ilustrar la relación o influencia de éstos actores con  el fenómeno estudiado y las corrientes o rupturas discursivas subyacentes que pudiesen aportar a nuestra investigación.

Para términos operativos circunscribimos nuestro trabajo de observación en cuatro Regiones del país: Metropolitana, Valparaíso, Bio Bio y O’Higgins. La selección  de las  tres primeras comunas obedece a lo ya expuesto en el párrafo anterior, es decir,  la posibilidad de encontrar casos ricos en información, y la cuarta Región propuesta tiene que ver con  consideraciones  de  accesibilidad  (es  la  Región que  cobijó  el  proyecto)  y  la  intencionalidad  de vincular la investigación en un nivel local.

Colección Libros Destruidos y Prohibidos en Dictadura 
1973-1989
Diseño UX/UI + Desarrollo x CMC